365 días de acción cívica desde el tercer sector
Por: Alejandro Silva Díaz
El 19 de septiembre, el tercer sector afinaba su estrategia al evento atmosférico que nos esperaba. Una pequeña muestra de las respuestas de las organizaciones sin fines de lucro refleja la diversidad y complejidad del movimiento:
Caras con Causa lanzó la iniciativa Connect Relief para centralizar información de necesidades a través de una aplicación móvil. Rayo de Luna construyó tanques de agua en comunidades sin acceso a agua potable. Vitrina Solidaria apoyó con incentivos financieros a pequeños empresarios.
Casa Pueblo lideró una transformación energética que reduciría la vulnerabilidad de los ciudadanos. Sol es Vida aseguró el bienestar de los residentes de la comunidad Villas del Sol. El Instituto Nueva Escuela se movilizó para acelerar el regreso a clases de sus escuelas Montessori. La Comunidad de Colaboración e Innovación Social abrió su espacio convirtiéndose en un Centro de respuesta integrada del tercer sector.
Nosotros en Mentes Puertorriqueñas en Acción activamos a 544 voluntarios y 18 pasantes que contribuyeron 9,775 horas a la labor de recuperación. Nunca pensamos que la activación cívica y la participación ciudadana fuese una estrategia tan importante de respuesta a desastres. Lo que se concibió como un proceso de respuesta temporera, se convirtió en un esfuerzo de integración a largo plazo.
El trabajo no ha cesado: recientemente nos unimos al proyecto de Ciudadanía Activa de la Fundación Ángel Ramos, liderado por Astrid Morales, para escalar el impacto de ciudadanos voluntarios. Estos esfuerzos permitirán que aceleremos proyectos de autosuficiencia en todo Puerto Rico. El resto de las entidades sin fines de lucro han adaptado su oferta para responder a nuestra nueva normalidad.
La lección más importante es que el trabajo de acción cívica debe ser cónsono con las necesidades y los trabajos que llevan líderes y entidades comunitarias haciendo por años. Nuestro trabajo no debe ser llegar “de paracaídas” a una comunidad imponiendo soluciones -de buena voluntad- sin comprender sus necesidades y prioridades. La colaboración es esencial para asegurar que las comunidades se desarrollen para sostenerse por sí mismas cuando terminemos nuestra intervención.
Unos pocos pensarán que tras un año del mismo tema ya es tiempo de pasar la página. Sin embargo, mientras haya personas que aún vivan los estragos del 20 de septiembre de 2017, pasar la página sería invisibilizarlos. Todos y todas fuimos víctimas de María. Para los que hemos tenido el privilegio de regresar a nuestras vidas cotidianas, respondamos al mismo sentido de responsabilidad que tuvimos el día uno. Hagamos de nuestros proyectos de vida, proyectos de país.
Publicado inicialmente en El Nuevo Día:
Alejandro Silva Díaz, Director Ejecutivo de Mentes Puertorriqueñas en Acción. Cuenta con sobre 8 años de experiencia trabajando en asuntos de empoderamiento de jóvenes y empresarios. Cuenta con una Maestría en Emprendimiento Social de Hult International Business School en Londres, un Bachillerato en Tecnologías Cognitivas Mediáticas de Cornell University en Nueva York, una certificación en Desarrollo Empresarial y cursos en Negociación.
